Hilda García | 21 de marzo de 2019
Es el espejismo que todos perseguimos cada día. A pesar de que la ONU le dedica el 20 de marzo, la felicidad no tiene fecha en el calendario. Y aunque tampoco es una ciencia exacta, le proponemos una receta casera con 7 ingredientes:
Focalice la ilusión en pequeños proyectos, no albergue grandes expectativas.
Evite las comparaciones con los demás.
Luche por dormir con la conciencia tranquila.
Intente aprender una lección positiva de todas las experiencias.
Centre su atención en valores permanentes e intangibles.
Estime lo que tiene, no espere a perderlo para apreciarlo.
Saboree el presente. El pasado atormenta y el futuro provoca ansiedad.
Una vez mezclados los ingredientes, cuézalos a fuego lento durante toda la vida.
Acertaba Aristóteles al afirmar: “Solo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio”. Disfrutemos del momento, pero sin olvidar el necesario sosiego del alma.